3. Comparación Omega T como asistente de traducción y Google Translate como traductor automático
En numerosas ocasiones hemos tratado el tema de la traducción automática y, tras numerosos intentos, la hemos descartado como modelo de traducción adecuada. Sin embargo, ¿podría llegar a ser adecuada una traducción tras una revisión humana?, es decir, ¿qué pasaría si una traducción automática fuera asistida por el traductor?, ¿obtendría los mismos resultados que una traducción humana asistida por ordenador? En este apartado, nos disponemos a verificar la calidad que subyace de estos dos modelos de traducción: traducción asistida por ordenador (Machina-aided human translation) y traducción automática asistida (por traductor) (Human-aided machine translation). Para esta comprobación utilizaremos Omega T y Google Translation, elegido por ser el que mejores resultados nos ofreció en una de nuestras comprobaciones anteriores(http://iatpaula-f.blogspot.com/2011/11/machine-trynslations.html) y por poder modificar el texto meta en el mismo cuerpo de texto.
Una traducción automática asistida es aquella en la que el ordenador es el responsable de producir la traducción per se, pudiendo interaccionar con un revisor humano en muchos puntos a lo largo del proceso. (Slocum 1988:5).
En otras palabras, este proceso se opone a la mera traducción automática, ya que no se basa exclusivamente en la lingüística computacional, sino que el proceso está asistido por un traductor en las llamadas etapas de «preedición» y «pos-edición». En la etapa de preedición, el traductor se encarga de encontrar elementos que puedan crearle problemas al traductor automático, como modismos, fraseologismos, etc. Durante la fase de pos-edición el traductor revisa la traducción generada automáticamente, para amoldar el texto a unos ciertos estándares de estilo y uso apropiado de los términos. Existen por supuesto softwares de traducción automática asistida, pero ya que no contamos con ninguno de ellos, vamos a realizar la tarea de traducción mediante el traductor automático ya mencionado, preeditando y pos-editando manualmente, es decir, detectando posibles errores a priori para tenerlos en cuenta en la etapa de pos-edición del producto. Este tipo de softwares, trabajan con un número de lenguas origen muy reducidas, aquellas que cuentan con reglas gramaticales muy rígidas y un vocabulario «fácil de procesar», es decir, en el que no abundan procesos semánticos como sinonimia, polisemia, homonimia, etc. Somos conscientes de que el español no es una de estas lenguas; sin embargo, al tratarse de un artículo que lidia con lengua de especialidad, la gramática, por las características intrínsecas a este tipo de lenguaje, es más rígida, así como los fenómenos semánticos antes citados se ven cuantiosamente reducidos.
Procedemos así a la traducción de nuestro texto origen mediante el traductor automático.
3.1. Análisis de resultados.
En la etapa de preedición se ha procedido a una lectura del texto origen, detectando aquellos puntos que pudieran suponer un problema para el traductor o algo que tener en cuenta para la traducción. Así, se observaron algunos asuntos sintácticos y de estilo (uso de pasivas) y cuestiones ortotipográficas (uso de comillas americanas y emplazamiento de signos de divisas) que se han anotado y tenido en cuenta. No constan más problemas sintácticos ni semánticos como pudieran ser pequeñas metáforas, ni cuestiones de algún otro tipo.
En la pos-edición se revisó la traducción ofrecida por el software de Google. Los pronósticos de fallo se han cumplido: las normas ortotipográficas han sido violadas y no se han producido mejoras estilíticas, respetando la sintaxis del texto original. Por otra parte, se han producido otras incorrecciones que podían llegar a esperarse, como la mala concordancia entre sujeto y verbo, o la concordancia de género incorrecta:
● «Chan dice que todas las monoterapias debe ser retirado del mercado (…)»
●«El descenso puede parecer modesta (…)»
Asimismo se originan otros problemas más graves que conciernen al espectro gramatical: de una parte, las omisiones son frecuentes, originando frases agramaticales. De otra, la reordenación de los elementos resulta en una sintaxis impropia del español y que además difiere del mensaje del texto de origen. Podemos además comprobar los calcos léxicos que sufre nuestro texto meta.
● «Aunque el tratamiento a través de terapias de combinación basadas en la artemisinina (TCA) ha ayudado mucho a que el número de muertes por todo el mundo, Chen y otros están preocupados por los casos de resistencia a la artesinina reportados en los últimos años.»
● « “Eso sería un gran número y totalmente inaceptable de las personas que se quedaron sin un tratamiento efectivo” (…)».
De la misma manera, encontramos que el estilo es pobre, muy pegado al texto origen y sin apenas adaptaciones.
●« el progreso por fin parece que puede venir, si de forma incremental (…)»
●« La enfermedad parasitaria mató aproximadamente a 655.000 personas en 2010 (…)».
Por otra parte, nos sorprende un error que se repite en toda la extensión del texto, y se trata de la omisión de los espacios entre palabras. A este error no encontramos una posible justificación, ya que si hay algo paralelo en los dos textos, es sin duda, el espacio que separa las palabras.
● «El número depersonas que murieron de malaria en el 2010 cayeron un 5 porciento respecto al año anterior y se ha reducido un 26 por cientode los niveles de 2000, según la Organización Mundial de la Salud de nuevo (OMS)».
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